martes, 17 de febrero de 2009

Tema de la semana: AUSENCIAS

He de asirme a la palabra para llegar aquí.
Tan lejana, casi extranjera.
Las tripas resuenan socavadas de añoranza. -sin azúcar, gracias-.
Caliente, como lava, para que se pueda sentir algo. Lo que sea, poco importa ya. No, no llega. No soy frío, menos calor. Soy un espasmo retardado. En potencia, siembre en potencia.
He de perforar mis orejas. No sangro.
Es momento de cercenar el vientre. No duele.
Me descalzo y camino entre vidrios, asceta urbano intenta lo perdurable.
¡Una huella, por favor! ¡La que sea! Mi cuerpo ha perdido toda memoria.
Soy una hoja en blanco, en repetición, blanco, línea, blanco, línea, blanco. Punto. Punto.
¿Puedo decir algo todavía?
Me he fugado de los otros, todos los espejos tienen mi rostro. No hay olor, no hay distancia. Me soy entera, en bruto, detesto la alquimia.

El rito comenzó hace varias horas, no, no son de las que puedes acumular entre manecillas.
Estas son otras horas. Las horas. Justo ese instante en que ahora tomo la hoja y dejo la tierra.
Detesto la alquimia.

Una sola cosa es la que impide darme del todo, una sola cosa. No la encuentro.
¡Huellas! Todas me las tragué en la madrugada, me he curado de espanto. Reviento en el espasmo. Dura un segundo. Otra vez la línea, otra vez el blanco.
La tinta se tiñe y se traiciona. Yo la veo y muerdo la hoja.

Estoy parada al filo de la ventana, nadie puede verme ya, soy una hormiga que recorre la ventana.
Tan lejana, casi extranjera.

Selene M.

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