jueves, 28 de mayo de 2009

Tema de la semana: La risa

La risa en la que escupieron el llanto que nunca se atrevieron. Por eso reír hasta que duela. Reír para adentro hasta quedar infectado, hasta que hurgue en la médula. Que al terminar de reír te encuentres llorando.


*C

martes, 26 de mayo de 2009

Tema de la semana: la risa.




Elena.

Tema de la semana "risa" ; CARCAJADAS

me doblo,
respiro,
exhalo fuerte con sonidos pausados,
mis ojos lloran,
mi mente se suspende,
me muevo de adelante hacia atrás como si fuera un ritual.

Mi estómago se contrae,
con cada pausa,
busca volver a la normalidad.

Termina,
suspiro,
respiro.

Había olvidado todo eso que me aflige.
Todo eso que me roba el sueño por la noche,
que me golpea los pensamientos y los azota de un lado a otro.
Las batallas perdidas y el camino largo que debo seguir.

Y luego recuerdo...

que la vida me ha enseñado que nada es para siempre,
que el tiempo me ha demostrado su poder de sanación,
que el destino te da aprendizaje,
que los amigos perduran,
que el amor existe,
que todos caminamos por senderos distintos,
y entonces me río a carcajadas,
y olvido todo eso otra vez...

Daniela Caram

sábado, 23 de mayo de 2009

Paseos

Las patillas bien recortadas.
Tomabas su mano y la paseabas, tu perra en eterno celo.
Que la deseen.

Entonces se imaginaba como un cabrón la agarraba y se la llevaba atrás de un coche y ahí le se la cogía a gatas, con las tetas colgando, por las puras ganas.

El observaba a lo lejos – es Mi mujer-.

Ella voltea jadeando, sin poder ocultar el pinche goce de tener las rodillas llenas de piedras y sangrando.

No importa cuantos se la chinguen, esa es Mi mujer.



Lunática

jueves, 21 de mayo de 2009

Tema de la semana: Vanidad "El espejo se lo traga, parece que no vuelve"


Nada de tu propia vida puede llegar a ser tan insignificante como aquello junto a lo que te levantas cada mañana

.

Baricco, City.




Si te contara las cosas que por vanidad he hecho. Casi por capricho. Los ojos fieles que me he llevado entre las patas por esa mezcla de soberbia + vanidad + arrogancia. He succionado sus ganas, su amor, para hacerlos trocitos, construirme y después dejarlos. Los he usado. Mira que triste estoy y te busco. Nunca dices no.



Hotel barato de la ciudad de México. Recorren unos cinco en una semana. El último de ellos parece un albergue de refugiados. En la entrada venden quesadillas y huaraches. Ella carga en la espalda todos los JuGuEtItOs que él se ha comprado. Sentada en el retrete observa cómo las cucarachas caminan por el mosaico sucio del baño, es una lucha entre defecar y que éstas no suban por sus piernas amarillas. Treinta días que no se ha podido mirar en el espejo. Se niega al lavarse los dientes, al entrar en la ducha. Si acaso ve de reojo su cuerpo desnudo en el filo del espejo; pero para eso está él: se ve una y otra vez. Vive frente a él. Le preocupa su peinado, si sus cabellos castaños han crecido. Si en las vacaciones su abdomen ha acumulado grasa y ellas ya no lo verán tanto. Él ni se percata de la existencia de ella. Ese mes.



Él se fue. Todo se esfumó. Se siente la mujer más bella. Más bella que nunca. Un listón naranja en el cabello, el vestido más bonito. Ella ha vuelto.



*C

martes, 19 de mayo de 2009

Tema de la semana: vanidad "Par de Sapos Inflados"



Puedo sentir la vanidad en cierto modo presente entre tu y yo. Compartimos la vanidad y vamos peleando por tenerla en nuestras manos. Unos días duerme en tu cama. Otros, despierta junto a mi. A veces se apodera de tus palabras como lo hace de mis acciones. Invitada escurridiza que se interpone, algunas veces, y te infla como si le soplaras a un sapo por la boca.

Aún no sé la explicación...
No la estoy buscando...
Pero ... !te la regalo!

Daniela Caram



*foto por Elisabeth Castro
http://media.photobucket.com/image/ranas%20caricatura/elisabethimagenes/rana.jpg

Tema de la semana: Vanidad "La paloma"



Aquel día habíamos estado en la sala del departamento desde las cinco de la tarde. Si mal no recuerdo era un departamento pequeño pero vivíamos nueve. El sistema de rotación de camas nunca fue funcional (el que agandalla no batalla) pero al menos teníamos ambiente en la casa y psicotrópicos (suaves) para amenizar la jornada. Estábamos ubicados en Chancery St a dos cuadras del Albert Park. El Sapo, Chuntaro, Manio y yo bebíamos mientras los rayos del sol nos llegaban por la ventana como si fuera el aliento (casi vaho) del misterioso y apaciguante mar que poco a poco iba seduciendo a la noche. No nos movimos de allí hasta las diez y media cuando recibimos una llamada con la dirección de la “party”. La Gami era la amiga del club. Ella tenía un lugar especial entre los amigos, era la que sacaba la fiesta (debido a que conocía a casi todos los inmigrantes de la ciudad) y que de manera rutinaria actualizaba nuestras historias semanalmente. Siempre, en el momento menos esperado de la noche, ella se nos acercaba y preguntaba (para algunos de forma invasiva) acerca de nuestra vida “Y… cómo vas con el trabajo…y tu noviecita la de la otra vez… cuántos días dices que llevas sin reportarte con tus apacitos” Nunca le faltaba que preguntar y nunca se le escapaba el tema “crítico” de la pasajera vida que llevábamos. Aunque muchos podían pensar que la Gami se metía en o que no le importaba, a mi me gustaba que me preguntara, sobre todo porque eran quizás los únicos momentos en los que podía escuchar quien era y que hacía. Además era gracias a esos momentos (incómodos) que nosotros también nos enterábamos y de pasada “echábamos carrilla” al resto del grupo.

-“Me dijo que hay reunión en casa de “las pasitas”, ¿qué rush, les late?”- Al unísono respondimos que sí. Era sábado y ninguno tenía el capital necesario para salir a los bares o pubs del centro. “Las pasitas” eran un grupo de amigas que solían hacer reuniones cada tres días. Eran cinco mujeres viviendo en una casa modesta cerca de la costa, yo conocía bien a tres de ellas, las otras dos siempre se perdían a la mitad de la fiesta.
Llegamos a la reunión y antes de habernos sentado en la sala yo ya tenía el bong entre mis manos y daba el primer toque (¡tanque!) de la noche (porque los que me daba en el departamento nunca los contaba). Había mucha gente. Nunca he sido introvertido o tímido en fiestas pero ese día por alguna extraña razón no me sentía cómodo. No lo sé podría haber sido la presión atmosférica o la fuerza gravitatoria de la luna ejerciendo contra la marea terrenal (lo que haya sido me importa un comino), hay infinidad de explicaciones posibles e imposibles de porqué uno se siente extraño. El punto es que me sentía raro. Y de no haber sido por los empujones de virilidad que me daba la cerveza y alguna que otra sustancia, no me habría atrevido a acercarme a la tímida chica que me miraba desde la esquina derecha del comedor. Ella platicaba con otra amiga desde hacía rato y yo me limitaba a sobrevenir con la fiesta, cada cuantas bocanadas de cigarro fijaba de nuevo la vista en esa esquina, ella disimulaba la mirada al mismo tiempo como si persiguiera una mariposa con sus ojos. Me intrigó. De entre las sombras una luz roja, verde, azul y morada de la lámpara giratoria del techo me permitia pintar su rostro como si fuese la obra expresionista y abstracta de un psicótico (loco). Mientras más pensaba en ésta metáfora mas quería que la luz la golpeara por microsegundos y plagaba mi visión con un caleidoscopio de su espectro. En mis ojos su figura bailaba con luces de colores y, la sonrisa que me concedía segundos antes de que cazara mariposas, era ingenua y sutil como los rayos de aquella tarde. Me sentí instantáneamente arrebatado por el misterioso y apaciguante filtro de su sonrisa. Me decidí y caminé directo hacia ella, sin dejar de saciar mis ojos en su figura. Nunca habría de admirar con tanta entereza una sombra de olvido.
La encontré justo en la misma dirección en que la había visto, sólo había decidido caminar directo a ella y la encontré justo frente a mí y sonriendo. Las luces ya no golpeaban su rostro puesto que mi sombra ahora la protegía. En ese momento mis ojos se nublaron. La cabeza me dio vueltas y el corazón aceleradísimo me marcaba el compás a un solo tiempo (tactus). Cuando abrí mis ojos los labios suaves y abultados de la chica me rozaban la barbilla, la habitación en la que estaba no era la misma y el bullicio de la fiesta había desaparecido. En la oscuridad descubría una piel nueva llena de silencios y plagada de ilusiones. Pude percibir mi cuerpo acostado sobre la cama cuando los cambios de luz y sombra en la habitación confirmaban un baile entre la silueta erotizada y la noche tan joven; yo era la pista de baile. Fue un espectáculo sexual, la chica me acariciaba y retorcía, luego yo a ella. Fue la noche lenta y pasional, y escuche su voz entrecortada, luego rápida y cadenciosa al ritmo que exhalaba sílabas sin traducción o sentido. Finalmente la noche nos abrazó con el sueño; tierna, misteriosa y apaciguante como había yo recibido aquella tarde.
Dormí como nunca lo había logrado desde que (supongo yo) era un bebé. Hasta el día de hoy no he vuelto a dormir así. Ella se acurrucó de lado, como una paloma en la esquina del tejaban durante la tardes lluviosas de Julio en mi ciudad natal. Yo la abracé como siempre he abrazado esas tardes. Jamás había yo abrazado con tanta entrega a una paloma.
A la mañana siguiente me despertó el sol como un látigo de fuego que quemaba los párpados. Los primeros segundos después de abrir mis ojos, a duras penas y pude vislumbrar el cuerpo de mi paloma. Todo era un nubarrón. Parecía aquel despertar una forja de herrería, entre el repiquetear de los martillos en la sien y los fulgurantes rayos abarcando mi pupila no pude mas que me acentuarme en su cuerpo comprimiendo, en un abrazo, mi ansia y nausea contra su espalda alta y baja respectivamente. Ella no despertó pero su cuerpo se acomodó a mi desespero sutilmente al abrazar mi angustia con su mano izquierda. Minutos después de su amparo una exhalación situada en la boca de mi estómago enfocaba lentamente el amanecer. Lo contemplé sin poder mirar hacia otro lado, queriendo cincelar en la memoria los naranjas, rosas y rojos que hacían erupción tanto en la ventana como en mi pecho.
Fue justo después de ese instante que la miré; justo ahí dejé de mirarme también. Miré a la mujer que abrazaba y el repiqueteo volvió con un abismo de incertidumbre, dudé incluso de su condición de mujer. Era fea; tan fea como mi soberbia. Con descuido y desasosiego mi mano descendió por su cuerpo buscando su sexo. Era una mujer. Pero no pude ver más el lienzo y el artista, el baile nocturno, mi paloma.

Aun hoy recuerdo íntimamente cómo mi cuerpo se convertía en nicho aquella noche.
La vanidad se en posó mi ventana, me filtró el reflejo y se robó a mi paloma.
Esa tarde el Sapo, Chuntaro y Manio me dijeron que todos le decían la Ramón (de tan fea). Nunca supe su nombre.

Rebe Morfin

sábado, 16 de mayo de 2009

L a

Un cactus. La roca, mineral puro.
Está en la cocina, las zanahorias cayeron sono un segundo antes que ella.
Él saltó mas allá de los ocho pisos - así seguro-.
Ella perforó su piel, no quería partir,quería estar, más que nunca, con la sangre, con la carne viva. No comprenden, no pueden, no quería fuga, presencia era justo lo que buscaba. Encontró.

Si pudiera dibujarla sería eso justo, la carne abierta, viva, tan roja que brilla.
La posibilidad que ronda los pasos, tomar el aire que se necesite ¿Se toma en realidad?

Éxtasis. Un éxtasis tal ,la magnífica idea de que en ese instante -y es solo uno- todo, todo puede parar.
Para unos parará.En otros apenas comienza.

De que no la quiero para los míos, de que aún no me arrebato el jodido egoísmo, de que los quiero coleando, de que los quiero llorando.¿Para mi? Claro.

No. Lo que hice líneas atrás fue mentir.

Lo quiero para los cómplices, que bien, no son míos.
Aquí te nombramos ya sin miedo, te nombramos en oda al punto, el punto final, el más violento de todos. Violencia.
-de lo sublime-.

Y es tan paradójico esto que se dice estar, que cuando más lo estamos es justo en el borde donde te rozamos, te seducimos, te provocamos, para que nos tomes entre tus brazos, nos hagas el amor con olores de despedida. No, solo te mostramos el hombro, queremos verte deseosa de tomarnos, nosotros deseosos de negarte, de afirmarte, de llamarte, de callar.

Exhalar a tu lado, tomar el café en tu regazo, mi seductora y apaciguadora compañera.





Lunática

jueves, 14 de mayo de 2009

Tema de la semana: Muerte "Todas mis muertes"


  • Todos vestían de negro

Mamá: ¿Porque yo vestía de azul con blanco y mi moño de papel arrugado en la cabeza?, en mi siempre cola de caballo que siempre, siempre odié.

Estallé en llanto sin comprender porqué me dolía tanto el pecho cuando dijo aquel hombre -que también lloraba, (después sabría que el sacerdote era el mejor amigo de ella) -“despídanse de ella porque será la última vez que la vean”. Él se rompió. Ahí todo se jodió, ¿Cómo lo entiende un niño? ¿Cómo te lo metes en la cabeza?, que será la última vez de ver a alguien. Si nadie te avisó, no hubo tiempo para prepararte, ¿Uno realmente se prepara para eso? no hubo tiempo para últimas palabras ni para los últimos mimos y mentitas y pasas con chocolate. Así era como ella me quería.

Por eso mismo no fui a verlo cuando él falleció. No quise decirle adiós en ese pasillo, ni ver que de repente el que me abrazaba y me pedía historias policíacas se quedaba en una cajita. ¿Una cajita? Así negué que ESO sucedía. Me quedé en casa haciendo la tarea de química, para que no hubiera una última vez con él. No con mi abuelo, no quien había dicho que yo era la niña más bonita que había visto.

La última vez de algo en tu vida cuando sólo tienes doce.
Cuando sólo tienes veintiséis años.
Cuando según tú apenas empiezas la vida y siempre has pensado que vivirás hasta los cien. Y es una tremenda broma. Es una tremenda mentira. La vida es una cabrona.



  • Mi madre se despertó muy triste

Leyó en el periódico que él había muerto. Ese que la buscaba, ese que le decía señora bonita, ese que no pudo despedirse porque ella un día desapareció. No hay reversa. Entiendo su tristeza y ese amor por ese que no es mi padre. Mi padre no entiende por qué ella llora en el coche, si sólo escuchan la radio de siempre.



Y también niego que él alguna vez se marchará.


El amor más grande. El hombre que más me ha querido.



*C

miércoles, 13 de mayo de 2009

MUERTE

El sueño es hermano de la muerte, dice Corneille. Sueño: placer momentáneo que dificulta la vuelta a la realidad. A veces, Rosa, frágil como una florecita, quisiera dormir eternamente para poder soñar y poder vivir lo que en su vida diaria le es negado. Rosa quisiera que las noches y los días se le fueran dormida para poder experimentar lo que, cuando está consciente, no es capaz de sentir. Pero a Rosa sólo le atrae la idea de dormir eternamente porque cree que puede despertar después. El fin del sueño lo decide uno: basta con poner una alarma.

Pero morir, piensa Rosa, morir, eso sí que no. Porque muerta, cree, ya no podrá ni siquiera soñar lo que en vida no puede vivir (porque aunque Rosa tenga la sensación de que todo en el mundo “real” le es ajeno, la muerte no le representa ningún consuelo). Finalmente, Rosa quiere vivir.

Después de leer la cita de Corneille, a Rosa le queda la impresión de que el sueño es un ensayo de muerte (según su interpretación, claro está). Entonces, a pesar de lo mucho que disfruta perderse en los colores y sabores de sus deseos reprimidos, decide que ya no quiere dormir. ¿Para qué entrenarse?, piensa.

Entonces, desde hace algunas semanas, Rosa pasa los días y las noches en vela, buscando evitar tanto el sueño como la muerte. Ahora quiere vivir. Vivir intensamente. Dejarse llevar. Abrirse a las experiencias. Sensibilizarse. Explorar distintos caminos. Mejor entrenarse para la vida que para la muerte, piensa.
Pero Rosa es víctima del miedo (y con miedo, ya se sabe, no se puede vivir ni morir con tranquilidad) y, a su ya larga lista de temores, ahora se ha agregado el del sueño. Se ha convencido de que dormir le quita horas de vida (pero no se le ocurre pensar que vivir también le quita horas de vida). Rosa está muy confundida (tanto como quien escribe esto). Así que decide mejor recargar su cuerpecito frágil y esbelto (como el tallo de una florecita) contra la pared. Poco a poco dobla las rodillas y se va dejando desvanecer, derrotada por la vida, el sueño, y la idea de la muerte.

No, lo que Rosa debería hacer es congelar el tiempo. Aunque la vida no le guste, aunque la muerte le dé pavor, y aunque sueño ya no le cause placer. Más vale quedarse pegada a la pared, consciente, observando el desfile de los muertos vivientes... Y a ella, ¿quién la ve?

VERA REYES

lunes, 11 de mayo de 2009

Tema de la semana: "La Muerte"

- “Mamá cuando me acaricias el cabello salen chispitas de colores”

-“Si mi niña, pero no son chispas son colores”

Cuando hablaba con mi padre los colores salían de su boca y la cascada tornasol inundaba el piso de la casa- nuestra primera casa-

-“Eres tu”- Después de tanto tiempo cuando tomas el café en mi sillón De ojos por ojos y dientes por dientes se nos iría la vida –“Ja Ja Ja-“ Que bueno que te preparé la tacita –“y tu mi linda”- sabes que aquello que yace entre la piel de la guayaba y mi boca es un puente…

¿Sabías que la piel de esa guayaba que compraste y mis labios hacen un puente?

-“Si”- un puente con todo lo otro que no es nada

Es ese conjunto de soniditos que salen de la caja negra también -“me llamas”- (tu voz)

Los colores donde no debe haberlos TODOS

¿No me entiendes nada verdad? Hablo como si no tuviera sentido cuánto más cerca estoy de entenderme Y cuando TODO TIENE SENTIDO me callo

.


Rebe Morfin

sábado, 9 de mayo de 2009

La peste de la desinformación

Comienza la crónica de un país aterrado (si, de terror).
Vulnerable casi al punto de pánico –compras de emergencia, agua para tres años- y es así como el miedo se convierte en la epidemia más rápida y letal.
México invadido por la peste de la desinformación, de los millones de dedos jugados en la boca; y es aquí, en este país de guerras fallidas donde nada sorprendería ya.
¿Macabra distracción? ¿Por qué no? Y es que de repente aquellos ineptos gobernantes se convierten de la noche a la mañana en protectores redimidos, esa entrometida y corrupta guía aconseja a sus feligreses –ahora si- llevar el templo en el corazón.
Carajo y yo que anhelaba con noticias ajenas al narcotráfico, ahora se trafican cubre bocas, medicinas, esperanza. Las muertes no cesaron solo se anunciaron. ¿Y da miedo morir? Si, lo veo en el mercado cada que un niño estornuda y luego toca una verdura.
De repente los cárteles y el estado fallido parecen haberse disuelto, México, el país de los desmemoriados. Y somos una danza trágica de telas en la cara, para eso, para callar, para ocultar.
Pecaría de inocente este pueblo al no pensar en todos los beneficios alrededor de esto ( laboratorios, farmacéuticos, votantes distraídos, televisoras aplaudidas, gobernantes acogidos).
Nuevamente el pánico nos da píldoras de olvido.
Tenemos una guerra pendiente, en seguida se desplazaron miles de castrenses. Pues bien ahora que esos capacitados personajes repartan medicamentos en las zonas más distanciadas, que provean de agua a aquellos que no tienen nada, que más muertos nos ha dejado el hambre en este país, ah pero esa no se contagia ¿o si?.
Estos que somos, estos que ahora hablamos con los ojos, porque la sonrisa se tapa, porque los dientes se escaldan.
Tanto buscar luchar contra algo, contra alguien, sostener un proyecto de nación. ¡Carajo! Primero sé nación.
Y si la tierra es tan sabia y removió sus placas no es casualidad, quizá sea un recordatorio de hace 24 años, cuando el estado se quedó cruzado de manos y fue la sociedad civil la que se levantó,
Una plaga de unión es lo que nos hacía falta, aunque sea para espantar a la flaca.


Lunática

viernes, 8 de mayo de 2009

Confianza

¡Shhhh… silencio, que no te oigan, cállate, no digas nada, no cuentes, no hables!

Y esas palabras se convirtieron en ladrillos con los que fuiste construyendo, día tras día, lentamente, una muralla infranqueable y silenciosa alrededor de ti, sin mentir pero sin decir toda la verdad, hasta que llegó el momento en que te dejé de ver y de escuchar: tú adentro, yo afuera, entonces me convertí en grito.

¡Y eso que me querías, y eso que yo a ti!

Casi siempre fuiste increíblemente ágil para argumentar y racionalizar, tus ideas eran tan redondas que no sabía cómo o por dónde llegarte, y mientras, mi corazón se agotaba e iba enmudeciendo. Pero ¿sabes? ahora puedo ver que fuiste honesto y coherente, (tus palabras preferidas en esa época) fue necesario destruir totalmente lo que había entre nosotros, y al que eras tú y a la que era yo (con mi cincuenta por ciento de colaboración en este afán, por supuesto) para comenzar de cero… pero ya no conmigo.

Después del acabose, en ambos hubo cambios radicales, hemos de reconocerlos, seguir viviendo y aprender:

En ti se consolidó el oficio de pensador “Cómo se construye la confianza” Vol. I, Teoría y Práctica, práctica, práctica.


¡En-hora-buena!

Yo decidí seguir confiando, nomás porque sí, porque quiero, pero también a elegir en quiénes y cuándo hacerlo.


¡En-buena-hora!

Sara

miércoles, 6 de mayo de 2009

CONFIANZA

Ni para dónde hacerse…

Te engañan, te dicen la verdad. Tú engañas, tú dices la verdad.
Te cuidas (cuando no deberías) y te distraes (cuando menos deberías).
Les crees. Otro día no les crees. Te creo, cuando lo que resulta menos conveniente es creerte…

Busco marcas en mi cuerpo. Ciertas molestias me hacen decir que no debí haber confiado en ti. El temor (la paranoia, la hipocondría, la realidad) me hace querer borrar caras y hechos. Muerte. Después del placer se asoma la muerte…

Al mismo tiempo, la gente que me rodea corre. Tampoco se fían de mí. Yo también soy muerte para ellos. Respiro y soy muerte.

Su aire y sus rostros son peligro para mí. Mi saliva y mi sangre son peligro para ellos. Somos una amenaza mutua.

Encuentro tu ambiente más contaminado que el mío. Yo siento que me matas. Y sin embargo, eres tú y tu gente quienes desconfían de mí.

A mí me duele el cuerpo por razones reales. Peligro inminente.
A ti te duele el cuerpo por lo que te imaginas. Paranoia colectiva.

Mejor: no confíes en mí. Arrepentimiento: haber confiado en ti.

Matemos el riesgo con el abecedario.

VERA REYES

martes, 5 de mayo de 2009

tema de la semana"desconfianza- gobierno" INFLUENZA

Camino a diario por las calles aledañas a mi hogar. No logro reconocer, entre tanta gente, los rostros de la multitud. Caminamos detrás de un cubre bocas, como si él mismo fuera el remedio para la intranquilidad.

Hace un par de días en una reunión recordé la campaña publicitaria de las bombas nucleares después de la Segunda Guerra Mundial titulada “Duck and Cover”, la cual invitaba a los ciudadanos a cubrirse de los ataque nucleares debajo de sillas o mesas. Ahora sabemos que esa medida anti-pánico era solamente eso.
Por si fuera poco, los cubre bocas han subido de precio y los puedes encontrar hasta en $ 10.00 pesos cada uno por las calles. Las farmacias los tienen agotados así como los supermercados los anti-bacteriales y los productos de limpieza.

Tengo un par de días que despierto con unas ansias de deshacerme de los pensamientos que surgen con tanta inquietud. La enorme duda que surge acerca de la veracidad de las autoridades y sobre todo de la falta de confianza.

He escuchado múltiples opiniones acerca de la Influenza Humana (ya cambió de nombre). Que si todo esto del virus es mentira, que un conocido ya se enfermó, que en los hospitales privados hay casos sin reportar, que son más de 3000 muertos, que no quieren alarmar la situación para que la gente de provincia que vive en el D.F. no desparrame el virus por todo el país, que al platicar sobre el virus a las personas les duela la cabeza y comiencen a estornudar como un virus psicológico que crea la enfermedad, que en Egipto mandaron matar todos los cerdos, que la carne de cerdo no es transmisora, que la influenza de ese “Tipo” solo le da a la gente de determinada clase social, que es una teoría Darwiniana de la “Selección Natural”, que la Profecía Maya se adelantó, que son ataques biológicos con estrategias políticas para disimular las actividades del gobierno, que la “influencia porcícola” va en aumento, entre muchas otras más.

Mi mente ha estado en un nivel de saturación número 5 de 6 posibles. La información no es clara y existe una contradicción entre la información de tres fuentes elementales de información como lo son: Gobierno Federal, Gobiernos Estatales y la Organización Mundial de la Salud.

Las medidas tomadas hasta el día de hoy, no se habían visto en el último siglo en México. La suspensión de la educación en todos sus niveles incluyendo guarderías me ha sorprendido. La suspensión de labores de la industria pública y privada que no sean fundamental para la economía, me ha dejado anonadada.

“La situación es controlable si se detecta a tiempo”- nos dicen. Al parecer son medidas sencillas que deberíamos establecer en el día a día. El lavarnos las manos constantemente y cuidar la higiene en casa, son recomendaciones que deberían de darse por hecho.

Lo curioso del caso es que sea cual sea la causa, la consecuencia está siendo visible alrededor del planeta. Aprovechemos un momento crítico como este para valorar a nuestras familias, amigos y personas a nuestro alrededor. Así como la Influenza Humana, a diario atravesamos por senderos rocallosos que nos pueden hacer creer que no habrá un mañana. Sin embargo debemos de valorar día con día la oportunidad de actuar en armonía con nuestra propia misión en la tierra. De haber respondido algunas preguntas y sobre todo de buscar realizar nuestros sueños. La vida es finita en este el Planeta Tierra, así que empieza de una vez con los cimientos de tus proyectos. Hoy la Influenza Humana, nos recuerda la fragilidad del hombre ante las adversidades. Lo olvidado que tenemos a ese lindo amanecer cada mañana al despertar.

Busquemos ser personas íntegras que, con o sin la alerta de Influenza Humana, se olviden de pedir respuestas a preguntas específicas de la autoridad. Por el contrario, actuemos en congruencia con nosotros mismos y empecemos a poner en orden todo aquello que podía haber esperado para mañana.

Daniela Caram

lunes, 4 de mayo de 2009

Tema de la semana: La confianza

Hay un aguacero desde fuera

Y mi cuerpo se va llenando

Tomo una taza

La quiebro

Respiro

Cuanta muchedumbre de por medio

Cuantos bichos alrededor

Son las plagas del milenio

Aquellas que no tienen que ver con mi sistema inmunológico…

Esas vergüenzas que cepillan la superficie

Ese eres tu y esta soy yo

La confianza es un nudo en el cabello

Y lo cortaste pensando que era un chicle sin importancia

Ahora se padece el mal de males

Y aunque el cabello volviese a crecer

Tu chicle ya va en el zapato de otro

Luego la acera, luego otro zapato

Algún día ese chicle se estrellará en tu cara

No necesito estar para presenciarlo,

Sólo seguir pisando fuerte

Y caminar

Sabiendo que puede ser mi zapato el que

Encuentre la goma ya inmunda y gastada

Sin sabor y dolida

Y vislumbre ante él como la joya que solía ser….

La confianza

Y sin duda,

se estrellará en tu cara.




Rebeca Morfín

sábado, 2 de mayo de 2009

Sábado

Que no suelto prenda ¿para que? Nadie la puede tomar.
De que respondes para hablarte, como siempre, de que volteas para verte, como siempre.
No.
Es tiempo de guardar las buenas costumbres y decirte la gran MIERDA que puedes ser.
Y si te lo digo es porque soy una profesional en la materia.
Claro, ante ti tengo que ser linda, tranquila, pausada mesurada.
No.

Tú falsa amistad, tu falso amor, tu falsa compañía. Soy un escenario para tus monólogos, soy el público que necesitas para crecerte.


Que te quiero aquí para cogerte como un animal, como un animal puro.

Porque con todo y nada me levantas la piel, saboreas mi carne y yo me convierto en eso, en tu alimento.
Porque con todo y nada cada que contesto se humedece el pudor.
Esta jodida habilidad que tienes para doblar mis piernas.

-diga. . . si bien gracias, claro a las cinco está bien, hasta entonces-.


Al final de cuentas me pongo el bozal y te suelto las palabras mas falsas para tu tranquilidad.

Soy tan educada, buena inversión la de mis padres.



Lunática

viernes, 1 de mayo de 2009

Tema de la semana: Prohibido influenzar

Prohibido fumar
Prohibido pisar el pasto
Prohibido escupir
Prohibido visitar a los pacientes después de las 8:00 pm
Prohibido estacionarse
Prohibido usar drogas
Prohibido pasar

Prohibido...

Lo único que se debería de prohibir es perder la esperanza (aunque se limiten los besos y los abrazos) mientras pasa la contingencia y al menos uno… todavía respire.

Sara