lunes, 15 de marzo de 2010

réquiem

"como cuando conseguiste capturar los colores del sol hundiéndose en el hielo, ahora tienes que cargar con toda esa maravillosa sinfonía de alegría, transformada en un réquiem imposible".



Elena.

sábado, 27 de febrero de 2010

One Way Ticket

El desastre llegó de viaje, arribó cargando en una garra la desolación y en otra un boleto sin regreso…y no es que fuera algo nuevo. El hambre, la opresión y los sueños postergados, habían sido una constante desde que su rostro había sido dibujado con lápices de carbón en el vientre de su madre artista, para luego convertirse en un rostro más de aquél cuadro muy negro también, que sin embargo contrastaba con vivos azules y verdes frescos incapaces de ser reproducidos por el mejor pintor que se preciara de serlo.

Y es que había vivido siempre con muy poco, había ido caminando por la vida muy ligero, pero ésta vez era distinto…Ahora no tenía mas nada que su dignidad cargando a cuestas, nada más que un boleto de avión que debía llevarlo a la tierra prometida, a otro cuadro pintado con barras y estrellas, aquél donde muchas veces con recelo había visto rostros blancos y cuerpos redondos que en nada se parecían a los brazos delgados que temblorosos sostenían el ticket de la huida.

Un paso bastó para que la puerta cerrara y el azul caribe quedara atrás y otro paso fue suficiente para que al abrirse se pintara ante su vista otro azul, aquél que solo de mirar le produjo frío y una tristeza más honda porque era una tristeza vacía y solitaria.

Buscó las estrellas y no encontró más que las del firmamento. Recordó entonces que alguien lo había olvidado. Olvidó entonces que alguien todavía lo recordaba. Y cuando se acordó de sí mismo quiso volver y recordó entonces que tenía un boleto, pero éste decía con letras rojas en forma de barra “One Way Ticket”, miró luego a las estrellas y recordó que había olvidado como regresar.


“Nunca un Haití sin América Latina y nunca una América Latina sin Haití”

Mili

miércoles, 24 de febrero de 2010

Perfect Isolation o redescubriendo Ítaca



En la debilidad de mi soledad se ha dibujado esta nostalgia,
en la inquietud de mis incertidumbres (porque son muchas)
descubro una luz.

Tiene un sentido el misterio de mi mundo.
Ese en el que sólo me reflejo yo; el que construyo sólo con mi mirada.

Te he visto hoy, como tantas veces antes y me gustaste más.

Sencillez en mi mundo, es lo que quiero.

He de escucharme y sólo así sentirme acompañada. Y mira lo que escuché:



...Sentí una ira profunda...

...cantando escucho mis profundidades...

...Contengo mi mundo...




El vaivén del corazón.

Sólo vivo, esa es mi búsqueda en su mas íntimo fin.

PERTFECT ISOLATION: el boleto de avión con un sólo destino. El viaje.

Rebe

La Noticia

Las llaves aún pegadas a la puerta, escurre las manos sobre su segunda escala. Reinicia despacio, le vibra eso que no fue alma.

Guarda los ojos para otro momento, ahora es la música la que le lleva, toca para ella, toca en ella.

Las paredes aún huelen a café, el techo aún duele, si, como ayer.

. . . “esas promesas que hicimos”.
Y es que tenías tantos planes: tu música, tus anfibios, el doctorado. Ser ese que ella siempre soñó.

Ese que fuiste y perdió.

El lugar más alto sobre la tierra también se puede inundar.

El que pensó planear. Ella que dejó los pies y fue a volar. Este vuelo no incluye pasajeros, este vuelo lo has de perder ya.

No hay despedidas. A-3.

Lunatica

viernes, 19 de febrero de 2010

"Un Malentendido"

Una cosa es vivir; queriendo vivir.
...cosa es vivir: queriendo morir.


Soy ésta, así soy... así estoy descubriendo que me gusta vivir.
Pero lo destruyo todo.
No importa quién o qué... termino por quemarlo todo, soy Fuego, Roja. ¡Por Dios, soy Sexo!

Impetuosa, Intensa, Voráz, Apasionada, Loca, Libre; Fugaz, Eterna, Inquieta, Apaciguante, Profunda, Externa, Luz, Oscuridad, Creativa, Amorosa, Brillante, Completa, Pacífica, Violenta, Arrebatadora, Incorrecta; Instante, Segundo, Vuelo, Gas, Etéreo, Disuelto, Inestable; Tormento, Consuelo; Gigante, Diminuta, Silente, Ruidosa, Jugosa, Seca; Buena, Mala; soy. Soy todo eso.
Pero hasta hoy me reconozco.

Siento que fuera la primera vez, la primera vez que me veo y me reconozco.
Me veo y resulta que soy humana, cómo Todos los otros que veo a diario. Que soy una más. Que he vivido tanto tiempo aquí, y sin embargo, no me daba cuenta de mi existencia; no me reconocía. No había hecho caso de mi. De cómo soy. Pero reconocerme no es sólo eso. Es por fin, saberme feliz de lo que soy, por eso que soy. NADA MAS.

Soy lo que quiero ser, en este preciso momento; estoy siendo; soy-soy, presente-futuro; CONGRUENTE.

Al fin soy congruente. Al fin reconozco mi naturaleza-Incongruente. Soy en el momento, porque éste me apasiona, porque su indeterminación es real; la única verdad contenida en los vacíos inagotables del instante. Incapaz de compartirse, con otro que no sea igualmente inalcanzable para sí mismo.

Por eso nadie puede ser mi amante, porque no puedo prometer nada de lo que soy, porque al decir dos, algo de mi se atiene a algo más, y me delimita. Me asusta, porque no puedo volar hasta dónde sola llegaría, porque acorta la distancia que recorrería en la vida, porque frena el ímpetu de la soledad, porque al final es tan fácil, al amar, creer que eso es eterno; sólo porque uno quiere que eso sea eterno.

Y yo, tan Voraz. No puedo detener este deseo. Un deseo de todo y todos y tanto como me sea posible. Deseo de volcarme a la vida, deseo de consumirme en ella también. Y yo que me he repetido tantas veces lo fugaz y voraz; impermanente e inestable; cambiante e imprevista que puedo ser; yo, esta incongruencia, deseo, de repente y sin aviso, la eternidad compartida.

Me atrevo a creer y a desear que lo único que puede hacer que caminemos dos amantes de la mano es creer que dos amantes pueden caminar de la mano. Que yo puedo desear estar a su lado por el resto de mi vida, pensar que es posible la compañía; que me haga vivir.
Que un camino de vida, es vivir al limite de todo, desbordarme si es posible en cualquiera de sus formas, y ser en un instante. Y otro camino de vida, es confiar, es amar incondicional, es respeto, es comunicación; es un silencio habitado; una caricia conocida; un café con olor a historia; creer que son Posibles.

Y aquí estoy. Me reconozco. Y me atraigo. Después de MIRARME EN EL ESPEJO, descubro que soy humana, tengo rostro, y sentimientos; y me he gustado un poco. Me seduciré día con día. Me entrego a mi, me prometo ser-me fiel, en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, todos los días de mi vida...

Y el deseo de todo y todos hasta donde me sea posible se va apaciguando. Por fin me reconozco. Me he prometido ser responsable de mi misma. Y lo único que puedo compartir es mi felicidad. Me atrevo a dejar de desear aquello que no quiero. Porque mi deseo siempre es expansivo. Pero hoy decido cuidar de mi, mantenerme despierta a cada paso, amarme.
Y me atrevo a querer a alguien con la misma capacidad de amarse.

Seríamos dos amantes completos.
Ahora entiendo mis vacíos.
Tiempo de reconstrucción.


Lo único de lo que puedo ser sujeta, promesa o cimiento, es que Hoy Deseo Querer Ser por Siempre lo que Soy.

Ser Congruente, vivir queriendo vivir. Ser congruente; aceptar mi incongruencia.

Al final un camino de muerte es negarme. Creer también que seré siempre fuego, roja, sexo, ímpetu, Intensidad, Voracidad, Pasión, Locura, Libertad; Fugacidad, Eternidad, Inquietud, Pacífico, Profundo, Externo, Luz, Oscuridad, Creatividad, Amor, Brillo, Completitud, Paz, Violencia, Arrebato; Instante, Segundo, Vuelo, Gas, Etéreo, Disuelto, Inestable; Tormento, Consuelo; Gigante, Diminuta, Silente, Ruidosa, Jugosa, Seca; Buena, Mala; ser...
Soy en la reverberancia de mis multitudes, todas ellas llegan y se van, no permanecen como sentencias ni seguridades. Oportunidad sólo hay una: la vida. Y elegir un camino de vida es Reconocerme en mi única posibilidad.


Pero luego vuelvo del espejo y me canso de ser yo. De preguntarme de buscarme de no saciarme jamás del atrevimiento de mis palabras, o del sin sentido de la vida, lo poco que la deseo, lo mucho que me cansa.¿Porqué esta indecisión me vuelve de nuevo? Algo anda mal en mi, no sé que es pero me ataca de repente, sin explicación y me siento como hoy, dónde no quiero despertar, no me importa siquiera discutir los caminos de vida o de muerte, NO IMPORTA, la vida me atiborra, no puedo con ella y ella no puede conmigo, me canso, ya ¡NO PUEDO MAS! sé que algún día le daré fin. Yo le daré fin. Ya, no puedo más y el miedo ante la vida misma, ante mí misma después de reconocerme, me calcina, como el fuego, me quemo de mí misma.

Pero un árbol ha crecido junto a mí, justo aquí, en el patio de mi casa, es grande, frondoso, está quieto, no ha crecido tanto cómo alcanzará en algunos siglos, y me recuerda los tiempos. Es que todos tenemos un tiempo, la naturaleza día a día nos refleja el tiempo de las cosas, los ciclos del agua, de la tierra, la naturaleza misma tiene su tiempo...

Y entonces voy sintiendo más grande y glorioso que el mismo instante, el poder acumular instantes, así como la naturaleza, con sus tiempos; el mío vendrá. No tengo prisas de morir. No tengo prisas de Vivir. No tengo prisa. Y me reconozco....

Rebe

miércoles, 17 de febrero de 2010

"Tan viejos los que fueron"

Las manos fuertes sobre la cadera temblorosa, tomó lo que en ese instante se le entregó como un niño que aprende a caminar. Dejó a un lado la cortesía y desabrochó el pudor, tenía tan pocas ganas de contener el simulacro festivo.

La voracidad de la boca fue aún más fuerte que las ganas de ser eso que no muestra las ganas.

Dejó los tacones a medio andar, las medias cedieron ante la pasión de dos cuerpos que se saben sedientos de piel.

Cerraba los ojos para sentir-se. El la tomó como se toma lo que se conoce de tiempo, ella ni siquiera lo tocó.
-no quiero nada serio-
-¿quién te habló de eso?-

Sonrisa a medio cuajar, abrazos frenéticos, la jodida mañana que se acerca.
“Ya veremos” ( dijo el ciego) .

Lunática

martes, 9 de febrero de 2010

Cuajar de impermeabilizante antes de que llegue el verano

Lente absurdo que no comprende -y no alcanza a sustraer- todo lo que hemos visto juntos.
Y aunque todo eso sólo habite en las
grietas,
fisuras y
humedad de las cuatro paredes de tu habitación:
que tan bien nos sabemos.
C.

lunes, 8 de febrero de 2010

Angie/Carlos

…Y ahí estaba Carlos. Angie se había quedado en casa, en un parque, en un tugurio o quizá en alguna banca de la escuela donde tantas veces la contemplé sin mirarla; o quizá en algún riel de la estación del metro, pasada, repasada y desgastada por otros o petrificada en alguna piedra de la banqueta donde su ronca voz se dirigió por primera vez hacia mí. Se había quedado quizá en esas palabras que yo le dije o que ella me dijo y que ahora, como aquella tarde, soy incapaz de recordar.

Y ahí estaba Angie. Pero en ella podía reconocer a Carlos. Angie era impredecible pero Carlos era un extraño para mí y sin embargo me sentí atraído por él, sentí deseos de recorrerlo, de sentirlo, de dejar que fuera mi guía, el timón de mi barco, la ventana de la vida, acaso la misma pero más ancha. No conocía a Carlos pero ya le adoraba, como ahora sé que a Angie la adoré alguna vez porque también adoro a Carlos.

Se ha dicho muchas veces que somos seres incompletos, hombre y mujer, mitades flotantes, náufragos en travesía, en constante búsqueda de esa otra mitad en medio de un mundo que lo abarca todo y que sólo podemos aprehender parcialmente, porque es un mundo hermafrodita el cual nosotros hombre o mujer, macho o hembra, masculino o femenino, solo podemos contemplar tuertos.

Pero a Angie no alcanzaban esas elucubraciones y a Carlos tampoco, ambos eran uno sólo, un ser completo capaz de contener dentro sí al mundo entero. Por eso su amor alcanzaba para todo, podía ser mi amiga, mi novio, mi padre, mi madre, mi amante, mi hermano, Angie lo era todo porque también era Carlos.

Ahora me acercaría a él, con la misma timidez con que alguna vez lo hice con Angie, extasiado pero sediento, porque quería comprenderlo todo, abarcarlo todo con sus besos, sus caricias, con la seducción de su voz ronca, aunque hubiesen desaparecido el cabello rubio y las piernas entremezclilladas.

Y volvería a besarlo en la luz o en la oscuridad del metro, en las banquetas de las calles, en las bancas de cualquier escuela, en medio de miradas juiciosas y secretamente morbosas, pero qué habría de importarme si ellos son tuertos y yo a través de Carlos puedo ver a Angie y a través de ella puedo verlo todo. Mili

domingo, 7 de febrero de 2010

LA CHICA DORADA

Si además del chavo del ocho tuviera que nombrar un rostro que representa a México a nivel mundial, sin duda me referiría a Paulina Rubio, mejor conocida como “la chica dorada”. Pero, ¿Alguna vez se han preguntado, mis estimados lectores, por qué se le ha dado tal mote a esta reconocida cantante?

No es por el tono dorado de su piel producto de costosísimas cámaras de bronceado, ni por sus flamantes cabellos que imitan los rayos del sol, ni por el color de las diminutas prendas que utiliza en cada uno de sus espectáculos de primera calidad.

La hemos llamado así por poseer una inteligencia tan brillante como el sol, por su talento inigualable como el oro, por la dulzura de su voz como la miel y principalmente por las letras de sus canciones que han sido comparadas con las obras de los poetas españoles del siglo de oro, tanto por lo rebuscado de su lenguaje como por la belleza de la poesía que ellas encierran (hay quienes aseguran que se casó con un español debido a su profunda admiración por la Literatura Española).

Ella misma expresó en entrevista a conocida televisora mexicana que lo más destacado de su exitosa producción “Pau-Latina” eran precisamente sus letras que se distinguen, en palabras de las artista, por ser “frescas” y “profundas”, cito: “Si a ti te gusta morder el mango bien madurito, escógeme a mí tengo colorcitos”, además de hacer referencia a temas filosóficos que remiten a la época dorada de la filosofía griega: “En la vida hay que escoger por muchos caminos, escógeme a mí, eso yo te pido”.

Debido a lo anterior, considero que los libros de texto escolares, deberían incluir cada vez menos versos de Octavio Paz y cada vez más letras de las canciones de Paulina Rubio, eso ayudaría bastante en la gloriosa cruzada que hemos emprendido contra toda esa ola de “grupitos” contestatarios y faltos de talento como Molotov, que sólo envenenan las buenas conciencias de los jóvenes mexicanos que se distinguen en su gusto por la tradición y el buen decir.


Mili

sábado, 6 de febrero de 2010

"La Agenda"



"LA AGENDA"
2010-02-05 22:25

A pesar de los numerosos horarios que existen, para todas las cosas de este mundo, tiendo a sentir que me compongo cuando mi vida tiene un ciclo. Quizás, es por eso que me interno tanto en dar acomodo a las tareas, a embellecer el caos con el toque de la rutina. Quizás por eso, incluso en la búsqueda de lo equilibrado (nótese que he dicho equilibrado y no equilibrio), me invade el tormento, casi como necesidad, de darle nombre a todo. Peor aún de darle un lugar específico en mi pequeño mundo de significantes. ¿Yo? ¿Me pierdo para encontrarme?

No lo sé, soy como la música, TOTAL. La música que unas veces se encoge y alarga, otras más es flexible, difusa y apaciguadora. Música como tajante, imprevista y energetizante.
Ahora lo ves, puedes ver que así soy, con mis palabras... siempre son las palabras (escritas, habladas, pensadas) las que soy yo.
Palabras como notas musicales...

Rebe

lunes, 1 de febrero de 2010

DESPEDIDA

Si la vida es karma y si el karma es el eterno retorno de una despedida…Si el diario vivir no está lleno de pequeños instantes si no de pequeñas despedidas que duran un instante…
Me despido de todas las mañanas: La una tibia, la otra lluviosa, la que nunca volverá a ser aunque vengan otras mañanas.
Me despido del aire que respiro: Cuando lo exhalo y éste se funde con las exhalaciones de los otros y se transforma, y me transformo yo y se transforman ellos y nunca volveremos a respirar el mismo aire.
Me despido de la taza de café q tomo mañana y tarde: Nunca estará tan cargado como la mañana de hoy, nunca tan ligero como la tarde pasada…El mejor café será el que tome la mañana que sigue y sin embargo tendré que despedirme de él a la tarde siguiente…
Me despido del Rubber Soul de los Beatles: Una noche me quedé dormida escuchando “Drive my car” soñando que puedo ser una estrella, alguna tarde ese track estará rayado, alguna mañana estaré triste y me parecerá la melodía de una balada que no había escuchado antes.
Me despido del chocolate que devoré en un bocado. Me despido de la amiga que un día volverá con cabello largo y una nueva luz en su rostro. Me despido de la película que me topé en CMC una instante de ocio y que quizá nunca volverán a programar. Me despido de mis padres que mañana amanecerán más viejos y cansados. Me despido de mi hermano que mañana será más alto que yo. Me despido de la luna de esta noche que no volverá a brillar igual. Me despido del sol que nunca resplandecerá sobre mi piel como lo hizo hoy al mediodía.
Me despido de este texto que nunca volveré a escribir.
Me despido de mis lectores que nunca me leerán como lo han hecho hoy.
Te despides tú de esta línea que no volverás a repasar.
Me despido de mi misma que nunca volveré a ser secuestrada por las mismas emociones que hoy me obligan a escribir algo igual…
Y sin embargo seguiré escribiendo…
¿Y si la vida es karma y el karma es el eterno retorno de una despedida?
Y sin embargo seguiré viviendo…

Mili.

jueves, 21 de enero de 2010

Voy de paseo



Voy de paseo, y esta vez, mi mente va más rápido que el autobús. Los espectaculares de la carretera y las luces de la pantalla parecieran ser dos mundos paralelos; contrastes de fondos y transparencias, las luces de aquí adentro, y allá, la gran pecera seca.

Hoy un paseo, y yo, más libre que el vasto exterior que se despliega desde el vidrio de mi ventana. Juego a volar y lo consigo, como cuando de niña jugaba a ser sirena en las olas pequeñitas a orillas del mar. Por ahora nada me aturde; hoy me gusta...

Existen preguntas, como intermitencias; latidos rítmicos de una curiosidad que va bombeando el vuelo. No escribo con otro fin que el de plasmar un vuelco, evidencia de lo móvil. Eso, sin desatender a la idea de que hay un puñado de otros. Por el contrario, tanto más profunda la soledad, tanto más infinita la otredad. Si no me entiendes es que estas en el punto céntrico del vuelco: la nada. El circulo ya no cabe aquí, mi paseo es una esfera, muy posiblemente, una esfera líquida.

No.

Es una esfera en término medio, una pelota de mercurio transparente, volátil como un gas, tóxica de contener, pero suficientemente ambivalente para atraerse a si misma: positiva y negativa. Me elevo, soy algo contenido en medio del todo y el todo me traspasa. No entendía. Pero así somos.

¿Una nueva teoría de la evolución?

Somos ahora formas incontenibles e imperceptibles, pesadas y difusas que se adhieren sólo para sobrevivir. Así, mi paseo fugaz me llevó a una reflexión viva, quizás cruel, pero eso no me lo callo; de lo que habita en el mundo paralelo de mi ventana y los espectaculares; un parpadeo (autoconciencia) y ahora, vuelvo al paseo.

¿Cómo se despide uno de la vida? Y ahora me permito complicar las cosas porque de vez en cuando me reclamo a mi misma no saber meterme en otros zapatos.
¿Cómo se despedirá uno que nunca ha sentido plenitud? ¿será acaso una despedida desesperanzada? Sé que estoy hurgando en las preguntas que anudan la garganta, pero insisto:

¿Cómo concibe uno el final si nunca entendió que algo había iniciado?

El paseo se tornó denso, la burbuja, esta que soy yo, es pesado gas en la irracionalidad de mi conciencia.

...

Se escucha una marcha impetuosa, el par de baquetas golpean una tarola austera y seca, el pandero marca el ritmo al final de cada compás; sigilosas las cuerdas de un bajo seducen las aceras de un camino semi-alumbrado y la oscuridad de la noche la lleva una pianola ebria y descuidada.

Hace algún tiempo, aquel bajo bailaba junto con una chillante y colorida trompeta. Una noche, como cualquier otra, la trompeta chilló tan agudo que de un sopló se voló a la orilla de un mar solitario. Posee la vastedad del horizonte y el sólo que siempre quiso, pero no hay oídos que alcancen aquellas notas. Cada noche mientras las olas pequeñas acompañan el silencio, ella irrumpe cantando la soledad, nostálgica; quizás la escuche su viejo bajo.

Entre las ahogadas trompetas del mar y los pícaros cabareteros ritmos de un camino perdido, se eterniza una historia de amor. Una historia como todas las otras, que se inscriben entre los mundos paralelos de mi ventana y el exterior. La pecera no está seca.

Ir de paseo es mi movilidad, las historias que se dictan son como cuando aun era niña, intento abarcar aquello que parece inabarcable.
Ir de paseo es viajar,
a donde quiera que sea,
a donde es preciso divagar,
a donde es preciso mirar,
cuando preciso escuchar.

Rebe

miércoles, 20 de enero de 2010

a-sincerado.

Aproximasen sus cuerpos cual si fueran viejos imanes endurecidos de placer.
Alejasen sus cuerpos hinchados de orgullo, ese que llega al fin de cada estación.
Cambiasen sus números y encontrasen viejos sonidos.
Hicieran, dijeran, callaran, guardaran, soltaran.
Las posibilidades que esconden al final todas y cada una de las palabras.
Pasar el pincel y recordar que son agua.
Manchas al principio del platón vacío.
Que invocasen el olvido decididos a controlar lo que no pueden nombrar.
Que las ciudades se invadieran de silencio, que los autobuses se atrofiaran, que la gente sonriera cuando lo sintiera – ciudad sin dientes-.

Por que les encanta caminar sueltos, a paso ligero, porque les encanta sentir que no sienten nada, porque la intimidad se desvanece en su frívola libertad.

Y decir entonces que las cosas están jodidas, probar la mierda y compartirla entre amigos, tirarse al vacío para sentir en la piel lo que se lleva en la entraña.

Y que ganas de reventarles la cara a patadas, que ganas de decir que me importa un carajo todas sus nimiedades, que ganas de ser ese monstruo que arrullo en los sueños.

Tan sencillo que sería decir – me cago en vos-.

Lunatica

lunes, 18 de enero de 2010

Ceguera a dos manos

A veces, quizá sería bueno fingir que estamos lejos,
tanto como en otras ciudades,
o que sólo podemos vernos a través de una pequeña ventana,
y entonces así las ganas
y el volvernos locos
y el querer siempre tenernos
estaría a flor de piel como una constante.
enviarnos de vez en cuando postales con direcciones falsas.
que me recuerdes de vez en cuando por qué aún te quiero
que me recuerdes quien es el que firma en cada email que me quiere.

Que no sólo fue la distancia, navidad y
las añejas soledades. Que no te quedas ciego
con mi cercanía.
Que aún puedo reconocerte
cuando rondas mi cocina.


C.

lunes, 11 de enero de 2010

INTENSIDAD

Dos copas de vino danzaban entre sus manos junto con el vaivén de vestidos largos y cuerpos esbeltos, mientras las notas de un fox trot neoyorquino se elevaban hasta lo alto para luego dispersarse entre la atmósfera del lugar, que lucía más iluminado por las joyas de sus portadores que por la tenue luz que dejaba entrever los rostros de los asistentes:

-- ¡Por el futuro prometedor! – Exclamó un hombre desde una de las mesas del fondo incitando al brindis-

-- ¡Por el ahora! ¡Aún más prometedor! –Le contestó su acompañante echando un vistazo alrededor del salón -¡Mira cuántas mujeres lindas! ¡Cuánto color! ¡Cuánta locura!

-- ¡Por las mujeres bellas entonces! – Le contestó mirando a una mujer de refulgurante cabello y exóticas facciones-

-- ¡¡Por la intensidad amigo mío!! – Replicó su acompañante tomando de un sorbo el contenido rojizo de su fina copa-

-- ¿Pero qué es la intensidad? – Le preguntó luego intentando levantarse de la mesa para ir en busca de aquella mujer que le había quemado los sentidos. Luego se arrepintió y volvió a incorporarse-

-- Se llama Ofelia… ¿Te ha gustado no? –Le preguntó echando una mirada incisiva sobre el rostro de su colega--

-- Ya no la puedo encontrar. Se ha ido… –Respondió buscando desesperadamente entre el ruido ensordecedor y el brillo fugaz de las joyas--

-- ¡Exacto! Intensidad es el instante vivido y esta noche mi viejo amigo, tú lo has dejado morir.


Mili

del verbo venir...

Vino la comida en mesa para cuatro,
Y viene el frío con un par de rayos de sol.
Vino el quiebre y la mesa no se volvió a poner,
Y viene augurando el nuevo temporal.
Viene la canción con sus silencios antepuestos,
el respiro de dos, que construyeron un refugio.
Viene el hambre tras la ausencia de paz,
Y vino el coraje cuando éste se derrumbó.
Vino el tornado y las tierras lejanas,
Vino y viene
el atropello de la gente en una esquina panóptica,
vino soledad y se marchó,
vienen sus ojos clavándose en los recovecos,
viene el vaho cuando el calor ya está dentro,
viene el recuerdo y la memoria en stand by…
Viene la vida,
“viene algo, lo que sea”
Aprendiz hasta la muerte…
¡Que venga! ¡Que siga viniendo!
Y el aprendiz nunca murió.

Rebe