miércoles, 24 de febrero de 2010

La Noticia

Las llaves aún pegadas a la puerta, escurre las manos sobre su segunda escala. Reinicia despacio, le vibra eso que no fue alma.

Guarda los ojos para otro momento, ahora es la música la que le lleva, toca para ella, toca en ella.

Las paredes aún huelen a café, el techo aún duele, si, como ayer.

. . . “esas promesas que hicimos”.
Y es que tenías tantos planes: tu música, tus anfibios, el doctorado. Ser ese que ella siempre soñó.

Ese que fuiste y perdió.

El lugar más alto sobre la tierra también se puede inundar.

El que pensó planear. Ella que dejó los pies y fue a volar. Este vuelo no incluye pasajeros, este vuelo lo has de perder ya.

No hay despedidas. A-3.

Lunatica

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