miércoles, 6 de mayo de 2009

CONFIANZA

Ni para dónde hacerse…

Te engañan, te dicen la verdad. Tú engañas, tú dices la verdad.
Te cuidas (cuando no deberías) y te distraes (cuando menos deberías).
Les crees. Otro día no les crees. Te creo, cuando lo que resulta menos conveniente es creerte…

Busco marcas en mi cuerpo. Ciertas molestias me hacen decir que no debí haber confiado en ti. El temor (la paranoia, la hipocondría, la realidad) me hace querer borrar caras y hechos. Muerte. Después del placer se asoma la muerte…

Al mismo tiempo, la gente que me rodea corre. Tampoco se fían de mí. Yo también soy muerte para ellos. Respiro y soy muerte.

Su aire y sus rostros son peligro para mí. Mi saliva y mi sangre son peligro para ellos. Somos una amenaza mutua.

Encuentro tu ambiente más contaminado que el mío. Yo siento que me matas. Y sin embargo, eres tú y tu gente quienes desconfían de mí.

A mí me duele el cuerpo por razones reales. Peligro inminente.
A ti te duele el cuerpo por lo que te imaginas. Paranoia colectiva.

Mejor: no confíes en mí. Arrepentimiento: haber confiado en ti.

Matemos el riesgo con el abecedario.

VERA REYES

No hay comentarios:

Publicar un comentario