sábado, 18 de abril de 2009

"Seamos realistas y hagamos lo imposible".

Excluida de tu latina América -¿Es el Caribe otro continente?- Pareciera que el mar alrededor es frío, tanto más que el olvido.
Tus callejuelas congeladas por el tiempo, mujeres gastadas por su dinero. Pobre, pobre la Cuba, la Libre.
¿Pobre? ¿Es la dignidad menos valiosa que el billete verde?
Tú que educas, tú que alimentas, tú que resistes, incluso contra tu sangre.
Como la madre tirada en boca de los hijos, hijos desterrados que reniegan de su patria – ¿de su patria o del barbado?-. Hijos anhelando una balsa, tan cerca el “new way of life” el fabuloso “american dream”.
Y alégrate ahora que los hijos vuelven sin restricciones, ahora que se va descongelando poco a poco esa ley del hielo de estos, los años modernos.
Y acá del otro lado del mar unos sienten pena, compasión ¿De qué?
Ah querida, mi bella puta escondida, lo que pasa es que por acá tenemos a uno de los hombres más ricos del mundo, con orgullo levantamos Forbes, no, disculpa, son dos; el emprendedor y el magnífico Guzmán. Y ya con eso somos tan grandes, tan poderosos, tan falsos y rencorosos.

Pero bueno, eso a ti que te importa, si el muero que posees es para contener la furia del mar, nuestros gritos apenas si te llegan, como un murmullo de brisa por la mañana.
Y ahora seremos hermanas, tu contra el mar, nosotros contra las armas.
¿Te defiendes de los peces?
Todos pueden hablar, todos pueden opinar, todos creen criticar.
Tan compleja como tu Habana.
Somos fallidos, tanto más que tus gemidos.

¡Qué bonito pinta aquel argentino en tus edificios! Lo has repatriado.
Y ahora se le ve en playeras, de gente revolucionaria “Made in Taiwan”.

Dime dónde quedó la revolución mulata vecina, dime dónde se quebró la pasión.

Lunática

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