martes, 24 de marzo de 2009

Tema: Evasión "Como si fuera un espejo"

Escuché los balazos como si hubieran sido disparados desde la puerta trasera. No había nadie a mi alrededor. Los gritos de dolor resonaban en mis oídos como el retumbe de las olas cuando cae un maremoto.

Caminé lentamente hacia donde mis sentidos me hacen saber que sucedió algo. Donde el ruido es más fuerte. Donde el olor a sangre es más intenso. Donde mis ojos puedan ver el resultado de tanto ajetreo.

De pronto, mi cuerpo dio un paso hacia atrás en automático. No podía creer lo que estaba viendo,
oliendo y sintiendo.

¡Eres tú! ¡Dime que no eres tú!

Me lancé sobre el cuerpo desnudo. Traté de que abrieras los ojos y no lo logré. Tomé tus manos entre mi cintura y no sentí aquél apretón que me convertía en parte de ti. Besé tus labios fríos y rugosos tratando de devolverles ese color rojo que me hacía estremecer.

¡Quién me prohibirá vestirme con escotes y pantalones ajustados!
¡Quién logrará despertarme en medio de la noche, porque siento su lado vacío en nuestra cama!
¡Quién me gritará en el teléfono cuando suelo preguntarle qué querrá para la cena!
¡Quién será el responsable de las marcas que llevo arrastrando por todo el cuerpo!
¡Quién pateará mi futuro con su arrogante forma de comunicarse!

No podía seguir. Mi mundo se había derrumbado. Mis ojos estaban cerrados confrontando al mundo real. No es que no quisiera ver que habías muerto. Eso lo sabía con claridad.
Por fin, abrí mis ojos. Encontré al asesino frente a mí, como si fuera un espejo. Y entonces, fue inevitable sonreír.

Daniela Caram

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